Al final de la escalinata, se llega a la Sala Hypostila, o Sala de los 100 Pilares. Estas columnas dóricas -de 6 metros de altura y 1,20 metros de diámetro- sirven para sostener la plataforma superior, pero también están diseñadas para drenar el agua de lluvia hacia un depósito que debía abastecer de agua a la ciudad jardín. Los coloridos techos de la Sala Hipóstila son obra del arquitecto Josep Maria Jujol, el colaborador más creativo de Gaudí.