Aquí destacamos el banco Jujol. Al diseñar este banco, Gaudí quiso hacer una silla que fuera absolutamente cómoda para el cuerpo humano, por lo que los obreros tuvieron que sentarse desnudos sobre el yeso, y a partir del modelo resultante se hizo una silla para el banco decorada con fragmentos de porcelana y vidrio que forman una imagen perfecta del arte creativo del mosaico.